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Un centenar de personas del ámbito de la innovación, la ciencia, las empresas y la política se reunió el pasado 11 de noviembre en Gijón para participar del III Foro de Innovación y Desigualdad, que desde hace tres años organizamos con el Ayuntamiento de la ciudad asturiana. Esta edición, celebrada en el Centro de Cultura Antiguo Instituto Jovellanos, estuvo dedicada al impacto social de las llamadas tecnologías profundas o deep tech.

Este concepto se refiere a tecnologías basadas en avances científicos y de ingeniería, que buscan resolver desafíos importantes y complejos con un enfoque a largo plazo, pero a la vez plantean interrogantes sobre cómo garantizar que sus beneficios lleguen a todas las capas de la sociedad, evitando que amplíen las brechas de desigualdad.

Ángela Pumariega abrió la jornada valorando la estrecha relación del Ayuntamiento de Gijón con la Fundación Cotec desde 1994 y la celebración de estos encuentros. Destacó que “sin innovación no hay progreso, y sin progreso no hay bienestar ni desarrollo humano”. Habló de la innovación como “condición necesaria e ineludible para nuestro avance como sociedad, como ciudad y para afrontar todos los riesgos e incertidumbres del futuro”. Para ello, explicó que hace falta hacer un seguimiento continuo “desde una perspectiva humana y con un esfuerzo permanente para integrar, acompañar y propiciar que toda la sociedad se beneficie de los programas y progresos que trae consigo la innovación”.

Cristina Garmendia, presentó este foro como una tercera vía para hablar de innovación. Recordó la firme defensa que Cotec promueve de la innovación como palanca de desarrolló social y económico, pero también mostró sus sombras: “Cuanto más disruptivo es un conocimiento, mayor capacidad de generar brechas tiene”, comentó. Justo por ello, destacó el enfoque diferencial de este foro participativo que integra visiones científicas, innovadoras, emprendedoras, inversoras, pero también humanistas, sociológicas y éticas.

El consejero Borja Sánchez deseó que este foro sirva para dar ideas de «cómo estas tecnologías profundas pueden beneficiar a la sociedad para que no se quede gente atrás, pero también del uso que se les va a dar». Mostró su convencimiento de que estas ideas bien aplicadas contribuirán a la transformación del tejido productivo y habló de la importación de la formación “no solo para que estas tecnologías profundas tengan un impacto positivo en la ciudadanía, sino también para todo lo que tiene que ver con la atracción y retención de talento”,  los intercambios “para aprender de los mejores”, y de ideas que ayuden a acelerar los proceso de innovación para que “el conocimiento científico-tecnológico llegue a un servicio avanzado”.

Teresa Riesgo habló de las principales políticas públicas necesarias para ayudar a que la innovación no genere desigualdad. Destacó la importancia de establecer medidas fiscales adecuadas y la necesidad de promover una educación igualitaria que sirva de ascensor social. Esto junto con la financiación pública, explicó Riesgo, forma parte de la estrategia deep tech en la que está trabajando el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, “diseñada con una mirada transversal que aborde la financiación, la gobernanza, la regulación y la educación y la formación en estas tecnologías profundas”, concretó.

El programa incluyó cuatro mesas para tratar, desde diferentes perspectivas, tres áreas de las tecnologías profundas estratégicas identificadas por la Comisión Europea, además de una cuarta mesa para abordar la inversión de impacto en la deep tech.

La mesa de biotecnología estuvo, moderada por el director de Cotec Jorge Barrero, sirvió para debatir sobre el rol de la biotecnología en la mejora de la salud pública y la sostenibilidad. Contó con la participación del presidente de la Fundación Pfizer, Sergio Rodríguez; la investigadora del Institut Borja de Bioética y experta de Los 100 de Cotec, Montserrat Esquerda; y la investigadora del INIA Priscila Ramos.

En la mesa de Inteligencia Artificial conversaron el director general de Planificación Estratégica en Tecnologías Digitales Avanzadas y Nueva Economía de la Lengua en el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, Manuel González Bedia, como moderador; el experto de Los 100 de Cotec en tecnologías abiertas, César García; la CEO de ComGo y experta de Los 100 de Cotec, Arancha Martínez; y el científico y asesor político en inteligencia artificial para el impacto social y la salud además de CEO de Spotlab.ia, Miguel Luengo.

La mesa de Neurotecnología reunió a investigadoras y pensadoras para analizar cómo las neurotecnologías pueden mejorar el bienestar cognitivo y emocional de las personas, especialmente en poblaciones vulnerables. Participaron la directora del Instituto Hermes, Luisa Alli, como moderadora; la responsable de la Unidad de Memoria de Bitbrain, Esperanza Jubera; la investigadora del Donostia International Physics Center (DIPC) y de la Universidad de Columbia Teresa Celaya; y la investigadora en el Instituto de Filosofía de la Universidad de NOVA de Lisboa (IfilNOVA) Gloria Andrada.

La última charla sobre Inversión de impacto y deep tech puso sobre la mesa el papel de la deep tech en la transformación de sectores clave y su impacto en la equidad y la cohesión social. Participó el director de Políticas Públicas en la Oficina de Presidencia del Gobierno, Borja Monreal, como moderador; la directora de Emprendimiento y Estrategia de Enisa, Rocio Castrillo; el director general de Tecnalia, Jesús Valero; el representante de Gijón Invierte y consejero delegado de Torsa Capital, Jesús Torres; y la CEO de Transcendent Impact Consulting, María Herrero Pidal.

Para terminar, la directora general de Innovación y Promoción del Ayuntamiento de Gijón, Patricia García Zapico, hizo un resumen de todo lo hablado en la jornada.