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La nueva sede de la Fundación Cotec para la innovación acogió hoy la presentación oficial en España del Informe SRIP 2022 (acrónimo en inglés de Science, Research and Innovation Performance of the EU). El documento es el texto de referencia sobre el rendimiento de la Unión Europea en materia de ciencia, investigación e innovación en el contexto mundial. El informe, elaborado por la Comisión Europea, se publica cada dos años, desde 2016. La presentación se desarrolló en formato híbrido y contó con cerca de 50 asistentes presenciales y un centenar en línea.

La presidenta de Cotec, Cristina Garmendia, que abrió el evento, subrayó en su intervención que "aunque la Unión Europea aglutina tan solo el 6% de la población mundial, es responsable del 18% de la inversión global en I+D, así como del 21% de las publicaciones científicas más citadas".

El informe fue presentado por dos de sus autores, en representación del departamento de Investigación e Innovación de la Comisión Europea: el economista jefe, Alexandr Hobza, y el jefe de equipo, Julie Ravet. Ambos explicaron como el nuevo contexto, marcado por la pandemia y la guerra, ha impactado en las capacidades, estrategias y prioridades del sistema europeo de ciencia e innovación.

Los autores destacaron la I+D+I como elemento clave para afrontar los desafíos prioritarios derivados del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el envejecimiento de la población, el bajo rendimiento de la productividad, la digitalización y el aumento de la desigualdad. 

Los autores dedicaron el tramo final de la presentación al caso español. Destacaron como fortalezas la venta de productos innovadores, el nivel de habilidades digitales de la población, la penetración de la banda ancha, la población con estudios superiores y la formación permanente. Como contrapartida, enumeraron como puntos débiles del sistema de innovación nacional el apoyo gubernamental a la I+D empresarial, el empleo en empresas innovadoras, los procesos de innovación y el gasto en I+D en el sector empresarial, así como la colaboración entre pymes.

Los autores recogen en el informe varias recomendaciones para que la I+D+I desarrolle todo su potencial en la construcción de una Europa sostenible, competitiva y resistente. En primer lugar, defienden la necesidad de políticas que promuevan economías verdes, digitales e inclusivas. Apuntan asimismo al requisito de consolidar unas economías seguras, cadenas de suministro diversificadas y apuestas por el conocimiento que ayuden a afrontar los retos futuros. Añaden la inversión en talento y la transferencia de conocimiento entre regiones, para lograr un sistema de innovación más sólido. Por último, recomiendan garantizar las condiciones institucionales y financieras adecuadas, en colaboración con los ciudadanos, para centrarse en las áreas prioritarias.