USO DE LA ECONOMÍA DEL COMPORTAMIENTO EN LAS EMPRESAS
En los últimos años, la economía del comportamiento se ha extendido con rapidez desde el ámbito académico al sector público hasta el sector privado. Gobiernos, organismos internacionales y grandes empresas hacen uso de sus aprendizajes para entender mejor a sus ciudadanos, clientes e, incluso, empleados para diseñar mejores políticas públicas, bienes y servicios para ellos.